dimarts, 27 de setembre del 2011

¿Quién soy yo?

No somos pocas las niñas que en nuestra estancia en la educación primaria nos hemos encontrado con algún compañero que durante la hora del recreo cambiaba los partidos de futbol con los colegas por jugar al sambori con sus compañeras de clase. La verdad es que si un niño empatiza más con su sexo opuesto que con los de su misma condición, no debe perqué renunciar a ninguna clase de juego en el cual se sienta más cómodo o le guste más (debemos considerarlo igual que la elección que llevamos a cabo cuando vamos a un restaurante a comer: si de primero nos ofrecen paella y fideuà y nos gusta más la fideuà descartaremos la paella, no por ello disfrutando menos de las cualidades gastronómicas). Por lo tanto, que un alumno siendo niño elija jugar a juegos “considerados más de niñas” no debe porqué condicionar su personalidad ni disminuir la calidad del disfrute del juego lúdico.

Pero ¿qué ocurre cuando este niño juega a la comba porqué su personalidad se caracteriza más por ser femenina que masculina? ¿ Y cuando una niña se siente realizada al llevar a cabo la parada de un penalti porque identifica este juego más con la masculinidad y ésta se asemeja más a su personalidad? Muchos pueden pensar que son los mismos niños, a los que les ocurre esto, los que llevan a cabo una crisis de identidad, pero no es así. Ellos saben quiénes son y pese a su corta experiencia vital, llegan a entender que desean vivir como su sexo opuesto.

Por lo tanto, son los docentes (expertos en contribuir activamente en la formación personal de un individuo) los que deben estar preparados para ayudar a hacerle más fácil el camino de encontrarse a sí misma a este niño que se siente niña. Pues si desea jugar a las muñecas en la ludoteca del colegio que juegue antes que realmente acabe cuestionándose su personalidad influenciado por los demás porque la sociedad escolar en la que se encuentra, no entiende su manera de ver el mundo (aunque todos, niños y niñas, deberían aprender a jugar con las muñecas –a mares i a pares como popularmente se conoce-, porque de mayores, si van a desempeñar este rol de padres, deben aprender a vivenciarlo desde niños mediante el juego).

No se trata de etiquetar los juegos infantiles en masculinos ni femeninos, porque todas y todos podemos jugar a TODO en mayúsculas (tanto a playmobils como a barbies).Se trata de que cada uno sepa ¿Quién soy yo? y no sienta la necesidad de Escapar de mi cuerpo para sentirse realizado como ser humano.

dissabte, 24 de setembre del 2011

La cuestión del día libre

¿Es oportuna la elección de un “día libre” en Educación Física?

¿Qué repercusiones puede tener en la Educación Física?

Los días libres en E.F. no deberían ser recomendados. ¿Qué pensarían ustedes si el maestro de lengua, (tras un par de clases explicando la clasificación de las palabras en agudas, llanas y esdrújulas) dedicara una sesión de día libre en su clase donde una actividad alternativa estuviese permitida (por ejemplo buscar en internet información acerca de todos los diccionarios en habla hispánica existentes en la red) contrariamente a continuar la rutina de clase ordinaria? Porque lo cierto es que durante el transcurso del curso escolar lo que menos sobra es tiempo, por lo tanto, no nos podemos permitir el lujo de desviar la atención a lo que de verdad importa, que es el currículum.

Así pues, el docente que imparta el área de E.F debería sensibilizarse ante la causa de aprovechar el tiempo en esta asignatura, pues, si bien es interesante jugar al futbol, más lo será realizar unos buenos ejercicios de resistencia o explicar la teoría de un deporte en concreto. Por no mencionar sobre la separación sexista que se lleva a cabo cuando en el día libre los niños deciden jugar a futbol mientras que las niñas optan por saltar a la comba.

No obstante, si planteamos el día libre a través de actividades que ayuden a fomentar la autonomía, la responsabilidad y la igualdad entre el alumnado (como en el beisbol, donde el restado final del partido depende de la eficiencia de cada uno de los componentes del grupo igualitario) sí que llegamos a cumplir los objetivos curriculares que son nuestra competencia como docentes, llevándose así a cabo una jornada de día libre productiva. Se trata de escoger en ese día libre actividades que ayuden a cumplir los objetivos curriculares del área de E.F.

divendres, 23 de setembre del 2011

El concepto educación

¿Qué es educar?

Educar es saber descubrir y canalizar las potencialidades cognitivas, afectivas y motrices del ser humano para que pueda llegar a saber reflexionar y crear un punto de vista propio sobre el mundo que le envuelve, sobre el suyo propio y cómo intercede él en el mismo como ser social.

Se trata de enseñar a cuestionarse el porqué no todo es blanco o negro, es decir, correctas o incorrectas, sinó saber entender y descubrir que todo oscila entre un matiz de grises que en mayor o menor medida va creando el espíritu crítico del individuo, llegándose así a crear una autonomía personal propia que hará de ese ser racional un ser único e irrepetible.

¿Qué es una persona educada desde la educación física?

Un individuo educado desde la educación física ha llegado a adquirir una consciencia responsable de la importancia del cuidado del cuerpo humano, así como también de las posibilidades que este le brinda y puede explotar (como la fuerza o la flexibilidad humana).

No obstante, la persona educada desde la educación física también deber ser consciente de las limitaciones de su propio cuerpo, llegando ha alcanzar los retos que su propio cuerpo le brinda sin forzar más una capacidad física superior que carece a la cual, por lo tanto, no puede llegar. Del mismo modo, los maestros que imparten esta asignatura deberían ser conscientes de este reto y adecuar en la medida de lo posible los objetivos curriculares a las capacidades de cada alumno, pues todos son diferentes y no pueden actuar desempeñar las mismas actividades físicas.

dimarts, 13 de setembre del 2011

MEMORIAS DE EDUCACIÓN FÍSICA ;)

Autobiografía personal relacionada con la educación física
En mi época estudiantil de primaria y secundaria era una alumna a la cual no se le daba demasiado bien dicha área realcionada con la actividad física. No obstante, me esforzaba muchísimo para poder alcanzar los objetivos de esta asignatura.
Los contenidos experimentados en esta área han estado íntegramente relacionados tanto con la psicomotricidad fina así como con la gruesa. Respecto a la primera, podemos destacar un área temática relacionada con los juegos populares "jocs populars" en la cual podemos citar "el juego de la peonza". Referente a la segunda, la gruesa, dentro también de la unidad didáctica de los juegos populares podemos destacar "el sambori" o "el joc de votar a la corda".
Durante mi etapa escolar obligatoria, la forma de evaluar ha girado siempre entorno a alcanzar los objetivos referentes a la movilidad, resistencia o fuerza física. Así pues, se han evaluado actividades como los estiramientos en el calentamiento previo a la clase, el hecho de conseguir correr durante diez minutos a un ritmo pausado o lanzar una pelota de tres kilos lo más lejos posible.
Respecto a los profesores, podemos destacar que algunos eran muy activos y comprensivos, fomentando siempre el trabajo en equipo y la curiosidad por aprender los diferentes juegos, por ejemplo el juego del "cazador" o del "cementerio" al igual que estaban sensibilizados ante aquellos alumnos que no podían alcanzar completamente los objetivos propuestos, como por ejemplo no conseguir saltar el potro o "hacer el pino puente".
No obstante, también estaban los más severos o aquellos que ignoraban el empeño o la fuerza de voluntad que tenía el alumno en realizar las actividades que les resultaban más complejas. De hecho, uno de los momentos más críticos que recuerdo, a nivel personal, de una de mis maestras de educación física de primaria, es aquella vez que, tras no conseguir saltar unos bancos situados a una altura considerable en un circuito que había realizado la misma docente, me caí al suelo y la maestra optó por burlarse de mi en vez de ayudarme a levantarme o buscar una alternativa para animarme a volverlo a intentar de otro modo. Esta conducta de mi maestra consiguió decepcionarme y perder toda la motivación ante la asignatura durante aquel curso, por no citar la imagen de bruja-burlona que llegué a tener de ella.
También a nivel personal, lo que más me fastidiaba, principalmente en la etapa primaria, es que mis compañeros de clase, a la hora de elegir los alumnos para jugar a los diferentes juegos que requerían grupos, siempre me elegían a mi la última, factor que me frustraba mucho como alumna y compañera de clase porque me consideraban inferior. Es obvio que ante un caso así, la docente hubiese actuado de manera oportuna haciendo ella los grupos (escoger por par o impar, por ejemplo) y no dejando que los mismos niños eligiesen, pues, decepciona muchísimo ver que eres la última de todo.
Por otra parte, a nivel general, me impresionó ver un compañero que en un partido de futbol, siendo él el portero, se le cayó la portería encima al intentar parar un gol y se rompió el brazo. . . aunque hubiese podido ser muchísimo peor. Por suerte, aquel incidente ha prevenido muchísimos más porque desde aquel momento las porterías de ese colegio están atornilladas al suelo y los niños de hoy en día pueden jugar más seguros.
E.S.C